Una imagen fracciona, aísla, capta y corta un porción de espacio. Retiene un "trozo" de real y excluye y rechaza otro.
Elegimos un fragmento, en el que entran a formar parte, el propio objeto captado, el objeto oculto, el sujeto que lo percibe y el mecanismo para acotar, a si la objetividad y la subjetividad se diluyen generando un particular mundo irreal.
Como base de la investigación del pinar y del fuera de campo, y las relaciones que allí se establecen, he creado un blog dónde poder recoger los espacios personales de cualquier espectador.
Muy estimulante. Pensamientos acerca de algo aparentemente monótono y repetitivo, donde se encuentra con sorpresa una gran variedad de... encuadres?
Os dejo el post, y os animo a participar.
Ahora he de hacer el esfuerzo de a través de esta imagen bidimensional captar los encuadres tridimensionales personales y extrapolarlos el pinar, para representarlos de nuevo planimétricamente.. divertido juego..
Un saludo.
y lo bueno es que ese muno irreal es, sin embargo, EL mundo real: lo que percibimos, lo que se fija en nuestro flujo de conciencia (en términos fenomenológicos) ES EL MUNDO. No hay otro.
ResponderEliminarMuy interesante la cuestión del espacio íntimo. La intimidad no es lo escondido o lo apartado del mundo, sino precisamente lo que nos hace nosotros, y por tanto, crea el mundo. y ello es espacio, espacio pensado y creado, por la arquitectura.
Brillante.
[jose.vela]